Gestionar de manera eficaz un recurso tan valioso como el agua con un uso y consumo responsable es una tarea que debemos marcarnos como propósito en esta era marcada por el cambio climático y sus consecuencias. El consumo desbocado ye irresponsable no solo nos lleva a ser poco respetuosos con nuestro entorno, sino también a un gasto innecesario que repercute en nuestra factura. Para evitarlo podemos poner en marcha acciones que nos permitan ahorrar agua y unirnos a una responsabilidad común frente a este bien que cada día se vuelve más escaso.
Los datos no engañan. En el último siglo hemos elevado el consumo global de agua en unos términos que lo multiplican por seis. La previsión para mitad del siglo XXI es de un aumento que se acercará al 50 % del actual de manera que pueden ser muchos los países que sufran recortes en el suministro del líquido elemento. El malgasto de agua hoy va a tener repercusiones imprevisibles en el futuro por lo que poner freno a esa práctica es algo que debemos hacer ya si no queremos sufrir graves consecuencias con el paso de los años.
Hay en marcha una serie de objetivos globales conocidos como Agenda 30 en materia de pobreza, paz en el mundo y protección del planeta. Se trata de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que deberán lograrse en 2030. El acceso al agua y a un saneamiento adecuado forma parte de ellos. Ayudar en esos objetivos desde nuestra humilde casa pasa por poner en marcha algunas medidas básicas para controlar su derroche.
- Aprovechar el agua de lluvia con barriles o recipientes y reutilizarla para riego o limpieza es una buena idea ya que esa agua cae pura, limpia de cualquier sustancia nociva. Dejarla irse por la alcantarilla es un desperdicio.
- Si colocas en tus macetas baldas de plástico que recojan el agua sobrante drenada tendrás que regarlas menos a menudo.
- No uses el lavavajillas para limpiar utensilios si éste no está lleno. Si son pocos puedes usar un simple barreño cuyo contenido puede ser reciclado en el inodoro. Muchas otras aguas sobrantes pueden ser usadas para este fin en vez de tirar de la cadena, solo hay que reservarlas junto al wc.
- Reutiliza el agua que queda en vasos y botellas pero no se ha consumido; puede usarse para regar.
- El agua de cocer la pasta o limpiar las verduras es muy buena para regar o para hacer sopas.
- El agua con jabón no suele dañar a la vegetación por lo que regar con los restos de la limpieza del coche o la casa no es mala idea: el agua fluye a través del suelo y se drena hacia las plantas cercanas
- En un punto más avanzado existe la instalación de sistemas de reciclaje de aguas grises capaces de ahorrar hasta un 35% del agua que se iría por el desagüe. Es capaz de tratar de manera eficiente el agua usada del baño y la cocina para su reutilización.
- Usa el agua de tu cisterna en el modo ahorro o introduce en ella una botella de plástico que evite su carga total.
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