Lo habitual en la industria es que la red de energía que abastece su maquinaria sea trifásica. Pero puede suceder que necesitemos que ésta funcione con una red doméstica, tanto por razones coyunturales como por no querer desembolsar el coste que la instalación de una red trifásica requiere. La factura de energía en una red industrial también se ve acrecentada y puede ser otra razón para decidirnos por usar la red doméstica para su funcionamiento. Hay dos soluciones para evitar cambiar la instalación y conseguir que la maquinaria siga funcionando sin necesidad de red trifásica.
La primera de ellas es conectar un motor trifásico con tensión monofásica por medio de un variador de frecuencia. Aunque esta opción resulta cara siempre resultará más económica que el cambio de la instalación completa, siendo posible que nuestra maquinaria funcione. El variador de frecuencia y la correcta configuración de éste serán claves para conseguirlo.
También podremos conectar un motor trifásico con tensión monofásica colocando un condensador entre la fase y el terminal libre del motor, con el neutro conectado en un terminal o una de las fases en el caso que los 220v sean bifásicos. Puede reducir la potencia y rendimiento del motor, pero es una solución viable si la maquinaria sigue cumpliendo nuestras expectativas. Nuestro condensador deberá tener un valor de 70 uF. por cada kw de potencia del motor alimentado a 220v. Ten en cuenta que el par de arranque se reduce hasta representar el 25% de si funcionara con tensión trifásica, estando indicado para máquinas con arranque en vacío.
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