Mantener tus herramientas en buen estado es fundamental para poder realizar mejor tu trabajo y alargar su vida útil, reduciendo costes de reposición y reparación. Para que eso sea posible, te proponemos unas recomendaciones que seguro te van a resultar muy útiles.
Cada herramienta para lo suyo.
Cada herramienta tiene una función específica. Usarla para otros fines no es una buena idea pues puedes acabar provocando su rotura. Muchas veces, por pereza para encontrar la adecuada, o simplemente por carecer de ella, nos jugamos su óptimo estado al utilizarla para tareas que no concuerdan con aquellas para las que ha sido diseñada, y puede acabar rompiéndose o deteriorándose. Siempre es más rentable y seguro adquirir la adecuada para lo que necesitamos, y hacerlo con marcas y materiales de calidad que nos prolonguen su vida útil de trabajo. Para nada nos servirán las herramientas baratas de “un solo uso”..
Cuidado con la humedad.
El peor enemigo de una herramienta es el óxido. Si las guardas en unas condiciones poco adecuadas de humedad te arriesgas a que éste aparezca y la inutilice. Busca un rincón de escasa humedad en tu garaje, desván o armario y podrás disponer de ellas durante mucho tiempo.
No las transportes de cualquier manera.
La típica y sencilla caja de herramientas puede ser suficiente para llevar de acá para allá algunas cosas básicas. Si tus útiles de trabajo son especialmente sensibles usa maletines con acolchamiento o muescas y si pesan añade a la colección un carro o caja con ruedas . Evita que se golpeen entre sí o que haya un caos que te haga revolverlas para encontrar lo que buscas. Especialmente las herramientas punzantes y cortantes debes cuidarlas incorporando sus protecciones y cuidando su afilado.
La limpieza alarga su vida.
Después de trabajar siempre hay que limpiar. Pregúntaselo a cocineros o bomberos. Ninguno se va sin limpiar ni guardar cuidadosamente sus herramientas, pues la próxima vez deben estar en perfecto estado para su uso. Unos minutos de tiu tiempo serán muy valiosos para alargar su vida pasándoles una gamuza o retirando más cuidadosamente restos que hayan quedado de materiales usados en el arreglo. Nada dice menos de un profesional que una caja de herramientas rebosante de suciedad.
Deja una respuesta